Página 9 - QTL AGOSTO2014_AVANCES

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Esther Lim era hija de misioneros en Indonesia; tenía muchas
anécdotas. Años más tarde, como escritora independiente y viajera,
compartió las historias de la obra de Dios en su vida. Actualmente
vive con su marido médico en Ciudad del Cabo, Sudáfrica. Juntos
sueñan conmás aventuras por venir.
Nota del QT
“Y el segundo mandamiento en importancia es: “Cada uno debe amar a su
prójimo, como se ama a sí mismo”. - Marcos 12:31
Elsegundomandamiento
enimportancia
“¿Si le digo a mis amigos las cosas que le digo a mi cuerpo, me quedaría algu-
no?”. Esto estaba impreso en una playera que recibí a cambio cuando doné mis
antiguos pantalones de mezclilla a un albergue de mujeres. Me puso a pensar. ¿Qué
le estaba diciendo a mi cuerpo? “Mis ojos son demasiado pequeños. Mis muslos son
muy grandes. Mi piel no es tan hermosa como la de Ana”. También me di cuenta de
que me decía constantemente que no era lo suficientemente buena y que no era tan
adorable ni valiosa como esas chicas perfectas y populares; cosas que jamás le diría a
otras personas.
Cuando se trata de amarnos a nosotros mismos, muchos nos inclinamos hacia
un extremo o el otro. Hay quienes creen la mentira de que no valen nada y hay quie-
nes creen erradamente que son más importantes que los demás. ¿Y si te dijera que
ambos extremos están equivocados?
Cuando Dios nos creó a su imagen y envío a su Hijo para morir por nosotros,
Él nos dio el verdadero valor que está arraigado en nuestra identidad como sus hijos.
Esto significa que si bien debemos estar seguros de nuestra identidad dada por Dios,
debemos ser humildes al recordar que no nos merecimos ese regalo. También signi-
fica que cada uno de nosotros -tú, yo y todos a nuestro alrededor- valemos el precio
que Cristo pagó en la cruz.
Así que cuando la Biblia nos diga que amemos a nuestro prójimo como a noso-
tros mismos, recapacitemos en este mandato. En primer lugar, ¿me veo y me amo de
la misma manera que lo hace Dios? Y ¿puedo aplicar el mismo aprecio y amor a las
personas que me rodean porque son amadas por Dios?