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QT Note
Esther Lim solía ser esa hija de misioneros en Indonesia con historias extra-
ñas. Años más tarde, ella está feliz de compartir las historias de la obra de
Dios en su vida como escritora independiente y viajera. Vive actualmente con
su marido médico en Portland, Oregon, y juntos sueñan con más aventuras
por venir.
Varias fuentes de noticias importantes en los Estados Unidos informaron
recientemente que la región del PacíficoNoroeste (es decir, los estados de
Washington y Oregon, donde vivo) desde ya hace mucho tiempo debie-
ron haber sufrido un terremoto. Si ocurre este terremoto, sería devastador
para toda la zona. No sólo destruiría propiedades que valen miles de mi-
llones de dólares, sino que también cobraríamiles de vidas, en parte debi-
do a que los habitantes en sumayoría no están preparados para un desastre
natural de tal magnitud.
En los días siguientes a esta noticia, había un caos absoluto en todos los
almacenes. Los compradores se peleaban por las provisiones como las lin-
ternas y los botiquines de primeros auxilios. Las tiendas se estaban quedan-
do sin agua embotellada. Las familias se reunieron para elaborar planes de
emergencia. La verdad es que nadie sabía cuando iba a sobrevenir el terre-
moto—podría ocurrir en la próxima hora o dentro de otro siglo—. Pero
saber que iba a llegar tarde o temprano cambió las prioridades e incenti-
vó a la gente a la acción.
¿Qué harías si supieras que Jesús iba a regresar mañana? ¿Cambiarías la
forma en que vives hoy tu vida? ¿Lo pensarías dos veces antes de decir algo
de lo que te puedas arrepentir? ¿Serías un pocomás paciente, un pocomás
generoso/a, un pocomás amoroso/a? Dado que no sabemos exactamente
cuándo vendrá Jesús, siempre debemos estar preparados para Su regreso.
Esto significa vivir cada día con propósito y esforzándonos por honrarle
en todas nuestras decisiones diarias.
Estos fueron sólo algunos de los pensamientos queme vinieron a lamen-
te aquella semana, cuando abastecíami despensa con sopa enlatada, barras
de granola, un purificador de agua y chocolates—sí, porque todo el mun-
do necesita chocolate en una crisis—.
“Por eso, estén siempre alerta, pues ustedes no saben el día en que yo, su Señor, vendré
otra vez”. - Mateo 24:42
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