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Jesús: el Verbo (1:1-18)
Marcos comienza narrando el ministerio evan-
gelístico de Cristo; Mateo, con Abraham; Lucas, con Adán; y Juan, con el
origen del Universo. Jesús era con Dios desde el principio. Él es presen-
tado como Dios y ‘Verbo’. Todas las cosas fueron creadas por medio del
Verbo. Y Cristo vino al mundo para vencer las tinieblas con la luz. Juan
es el único libro que se refiere a Jesús como el Verbo (Logos). ‘La Pala-
bra de Jehová (Davar)’ para los judíos, significa el propósito, la voluntad
o el corazón de Dios. La filosofía estoica de los griegos creía que existía
un principio racional y fundamental que gobernaba el Universo; y llama
a este principio, ‘Logos’, que es un sinónimo de ‘razón generadora de to-
das las cosas’ o ‘un principio racional’. Juan usa el pensamiento griego
para describir a Jesús, y lo presenta como el Verbo de Dios, el propósito
de la creación y el origen del Universo.
Los que han reconocido al Verbo (1:19-51)
Jesús, quien había estado
con Dios desde el principio, vino al mundo, pero el mundo no le cono-
ció. Aun la minoría, que han reconocido a Jesús, no lo han hecho por sus
propias fuerzas, sino que Dios, en su infinito amor, les ha dado la potes-
tad de ser hechos sus hijos. Juan el Bautista es el primer testigo de Jesús.
Él sabe con certeza que su rol consiste en preparar el camino del Mesías.
A continuación, menciona a cinco de los discípulos llamados por Jesús:
Andrés, Pedro, Felipe, Natanael y uno cuyo nombre lo omite. La mayo-
ría de los estudiosos creen que se trata de Juan, el escritor del evangelio
homónimo. Andrés reconoce desde el primer momento a Jesús como el
Mesías. Los otros libros del Evangelio explican que Pedro recibe su nuevo
nombre luego de declarar su confesión de fe, pero en Juan, recibe el nom-
bre de ‘Cefas’ en el primer encuentro con Jesús. Natanael es elogiado por
el Señor como un verdadero israelita. Es muy probable que Natanael sea
Bartolomé, mencionado después de Felipe en la lista de los discípulos de
Jesús (Mt. 10:3; Mr. 3:18; Lc. 6:14. Excepción: Hch. 1:13).
Inicio del ministerio de Jesús (2:1-25)
El ministerio de Jesús comen-
zó con la transformación del agua en vino. De esta manera, Jesús cambia
la esencia. Así como el agua se convirtió en el vino de la mejor calidad,
una persona común se convierte en extraordinaria; y un pecador, en hi-
jo de Dios.
Los evangelios sinópticos dividen la vida de Jesús en su ministerio público
y la pasión; describe al Señor recorriendo Galilea, Judea y llega al clímax
cuando llega a la última semana de su vida en Jerusalén. Pero a diferen-
cia de esto, Juan es más fiel a la vida de Jesús, ya que contiene detalles
que solamente un testigo ocular podría recordar. Si tomáramos la puri-
ficación del templo como parte de su ministerio incipiente, podríamos
pensar que Jesús echó fuera a los comerciantes dos veces. Sin embargo, la
mayoría de los eruditos creen que más que una descripción cronológica,