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INFORMACIÓN
ORACIÓN
Sobre el país
El Líbano, el país del cedro, árbol mencionado en la Biblia y originario de allí,
tiene más de 5,000 años de historia, y es conocido también como Tiro y Sidón. Ro-
deado por Israel y Siria, es parte de Canaán; tiene muchas montañas fértiles. Su
capital es Beirut, y cuenta con una población de 4’130,000 habitantes. Su PIB per
cápita es de 15,000 dólares. Hablan árabe y francés, y el 65% de la población es
musulmán (suníes y chiítas); el 32% es maronita, católico y ortodoxa griego. Sólo
el 2% es protestante. Con dieciocho tribus del Islam, más el Cristianismo, se for-
ma un verdadero mosaico.
Para orar
Este país sufre un conflicto que ha ido empeorando entre las diferen-
tes tribus que lo habitan, de tal forma que los ataques terroristas entre
suníes y chiítas suceden con frecuencia. Al mismo tiempo es el punto de
fortificación de los trabajos cristianos en esa región, donde los grupos
misioneros y SAT7 (el canal cristiano), tienen sus bases de operaciones.
Oremos para que pueda ser utilizada como la “pólvora del Evangelio”, y
que los espíritus del maligno puedan ser destruidos. También oremos pa-
ra que el Evangelio pueda llegar efectivamente a todos los refugiados que
están dispersos en Irak, Siria, Palestina y por todo el Líbano.
Del misionero Chung
Para que el Evangelio pueda continuar expandiéndose rápidamente por
todo el Medio Oriente y para que se formen más obreros.
Para que el discipulado y la misión en Siria se realice de manera efec-
tiva, y que todas las necesidades para lograrlo sigan cubriéndose.
Para que al momento de formar un equipo de misioneros pueda surgir
un líder a largo plazo que se haga cargo del mismo.
Para que los grupos misioneros de las iglesias del Líbano se puedan
unir para predicar el Evangelio
.
actualmente nos encontramos en un punto en el que, enseñarles cómo meditar solos
y aprender es de vital importancia. Hasta ahora, sobre la región del Medio Oriente se
había tenido mucho pesimismo sobre el ministerio, por creer que era difícil, imposible
y por el temor; no obstante, el gran logro ha sido, y será siempre, la Palabra de Dios.
Mientras meditaba en la Palabra del Señor aquel primer día del 2014, no pude me-
dir con exactitud su corazón y su pasión. Sin embargo, he confiado en lo que me dijo:
Mira, Jehová tu Dios te ha entregado la tierra; sube y toma posesión de ella, como Jehová el Dios
de tus padres te ha dicho; no temas ni desmayes
(Deuteronomio 1:21); y proclamo: “¡Ya que-
nos ha dado a los refugiados sirios, subiremos y tomaremos posesión sin temer! ¡Avan-
zaremos ante esta oportunidad del Evangelio que nos da el Señor!”.