Página 4 - TCDVV OCTUBRE 2014.indb

Versión de HTML Básico

8
P i o n e r o s d e l a M i s i ó n
Llegué a Tayikistán cuando aún era
invierno en mi país. Estaba tan con-
movido por la asombrosa guía de
Dios al principio. Cuando recibí el
llamamiento para ser misionero sin
haber sido instruido, prometí en-
tregarle mi vida bajo cualquier cir-
cunstancia. Y durante los últimos
dieciséis años Dios hizo que forma-
ra una familia, me dio hijos, y me
preparó a través de otros ministe-
rios. Si no fuera por Su gracia, no
podría explicar cómo me contacté
con un misionero de Tayikistán que
ni conocía y llegué a este país con
su ayuda. Agradezco a Dios y confío
en que “Jehová proveerá” (Génesis
22:14) y en que todo el ministerio
futuro de aquí lo irá realizando Él.
aún nos habla
Dios
José Cha - Misionero enviado de TIM
Kazajistán
Kirguistán
China
Tayikistán
Uzbekistán
Afganistán
Pakistán
India
Hace un tiempo, conversando con un nativo me preguntó si había orado ese
día. Le respondí que sí y pensé que me preguntaría cuál había sido el motivo
de oración. No obstante, me preguntó: “¿Y qué le dijo Dios?”. Inmediatamen-
te se me puso la mente en blanco y se me ocurrieron muchas cosas. Había es-
tado diciendo que permanecía en Dios, pero en lugar de hablar con Él, había
vivido como siempre. En realidad, aquél día había comenzado mi día muy ocu-
pado, sin hacer el tiempo devocional. Sin embargo, Dios no me había abando-
nado, sino que me había hablado a través de esta persona: “Me gustaría pasar
un tiempo contigo”.
A partir de entonces, me habló por medio de Levítico: “Llamó Jehová a Moi-
sés y habló con él desde el Tabernáculo de reunión, diciendo” (Levítico 1:1).
Dios siempre conversaba con Moisés y éste lo escuchaba. En ese libro se repi-
te mucho “Jehová le dijo a Moisés”. Dios siempre desea charlar con nosotros,
pero ¿cuántas veces olvidamos que nos está hablando? Recordé que por so-
bre todas las cosas debo prestar atención a Su palabra como lo hacía Moisés.
Recientemente comenzamos a distribuir los cuadernillos del tiempo devocional
aquí. Aunque solo sea el inicio, tengo fe de que si continuamos llegará el día en
que se difunda a todos los fieles de esta nación. No es para nada sencill­o l­levar