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Escrito por
Deolito Vender Vistar, Jr.
ta regresa a Jerusalén, perdona a las personas que le hicieron mal, y recompensa a
los que le apoyaron.
David libra guerras y enfrenta una hambruna (Caps. 20-21)
Sebá, de la tribu de Benjamín, instiga una rebelión contra el rey David. Los
hombres del salmista extinguen con éxito la oposición y muere el insurrecto. Lue-
go Dios castiga a Israel, porque el rey Saúl no cumplió el juramento que el pueblo
hizo a los gabaonitas (Josué 9) de no matarlos. Para hacer la restitución, David
entrega a siete de los descendientes varones de Saúl para ser asesinados por los
gabaonitas. Dios responde levantando la hambruna. David libra guerras sucesivas
contra los filisteos, en las cuales sale victorioso.
El cántico de agradecimiento de David (Cap. 22)
En este cántico, que también aparece en Salmos 18, David reflexiona sobre su
vida, su gobierno sobre Israel y cómoDios ha sido su roca de salvación. Este cánti-
co expresa su fe y agradecimiento al Señor Dios.
Los hombres poderosos de David, el pecado de realizar el censo
y el arrepentimiento (Caps. 23-24)
El capítulo 23 comienza con la declaración que hace David de que Dios
siempre va a ser fiel al pacto con su casa. A esto le sigue una lista de treinta y siete
hombres poderosos de David y sus hazañas. El capítulo 24 nos dice que David
peca contra Dios al realizar un censo. Miles de personas en Israel mueren como
consecuencia. El salmista se arrepiente y le pide a Dios que le destruya a él y a su
casa en lugar de destruir a los israelitas. David erige un altar y ofrece sacrificios y
Dios se aplaca. La plaga se detiene.
Conclusión
Aprendamos las verdades preciosas de la historia de David. En primer lugar, este-
mos alertas de las graves consecuencias del pecado. David, su familia y toda la nación
pagaron un alto precio por su adulterio y asesinato. En segundo lugar, si abandonamos
nuestros pecados y somos honestos delante de Dios, Él nos va a restaurar. David reco-
noció humildemente sus pecados, cuando el profeta Natán le reprendió. En tercer lugar,
la ira de Dios se aplacó y la plaga se levantó, cuando David intercedió por su nación. De
lamismamanera, Jesús ofreció su propio cuerpo en la cruz por amor a nosotros. Bendita
sea la persona que cree en Él.
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