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2Samuel
1–15
Malaquías
1-4
Introducción
Este libro lleva el nombre de su autor, el profetaMalaquías, quien lo escribió alrededor
de 433 a. C. El primer versículo dice: “Esta profecía es la palabra del Señor dirigida a
Israel por medio deMalaquías”. Este profeta sirvió a los judíos después de su cautiverio
en Babilonia, un tiempo en que los líderes laicos y religiosos lucharon con dudas y
abandonaron su pacto con el Señor. Dios reprende al pueblo por pecados como ignorar
los diezmos, quebrantar el día de reposo y tener matrimonios mixtos espiritualmente
hablando, así como la corrupción de los sacerdotes. Le advierte a su pueblo que el gran
Rey regresará no sólo para juzgar, sino también para restaurar y bendecir a su pueblo.
Así, Malaquías llama a su pueblo a tener un compromiso renovado con Jehová.
La adoración vacía (Cap. 1)
El Señor comienza con su gracia: Él amó a Jacob y eligió a Israel como su
pueblo del pacto; pero, a cambio, Israel sólo despreció a Dios. Él acusa a los
sacerdotes, que deshonran el nombre de Jehová, al ofrecer animales imperfectos.
Dios está harto de los sacrificios religiosos, vacíos e inútiles que son indignos de
su nombre, y declara que vendrá un tiempo cuando se ofrezca incienso y ofrendas
puras para él en todo lugar, y su nombre será grande entre las naciones.
El SEÑOR acusa a la nación entera (Cap. 2)
El Señor sigue acusando a los sacerdotes, que quebrantan su pacto con Leví,
un pacto de vida y paz. El sacerdote es el mensajero del Dios Todopoderoso (v. 7).
Debe ser recto y apartar al pueblo del pecado mediante su instrucción piadosa. Sin
embargo, los sacerdotes de la época de Malaquías se alejan de los caminos de Dios,
haciendo que muchas personas tropiecen, y muestran parcialidad en materia de la
Ley. Por lo tanto, Dios los maldice. Además de los sacerdotes, el pueblo también es
culpable. Se casan con pueblos idólatras y profanan el templo de Dios, ofreciendo
sacrificios mientras continúan en su pecado. También deshonran el matrimonio
por medio del divorcio.
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En la Biblia