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M e d i t a c i ó n d e e s t e m e s : L a o b r a m i s i o n e r a
Global Partners Brasil
Nuestra Iglesia creció, al punto de
llegar a enviar misioneros. Para poder
apoyar a las misiones, a los misioneros y
también para capacitar y enviar a otros
de manera efectiva, decidimos agrupar-
nos con otras iglesias pequeñas de Brasil,
y así fundamos una organización misione-
ra. Nos basamos en GP, aquella asociación
que nos contrató al comienzo, para formar
Global Partners Brasil. Seleccionamos una
junta de directores, establecimos cláusu-
las para la misma y creamos un manual de
misiones. Así, mandamos misioneros des-
de 2007, y ahora ya tenemos seis familias
en el campo y otros que están siendo pre-
parados. Esperamos continuar con la ex-
pansión del ministerio, para poder enviar
a más obreros a cosechar.
Aprendiendo a confiar en Dios
Antes de llegar a las misiones, no com-
prendíamos muy bien el concepto de con-
fiar en Dios por completo ni en buscarlo
para todo; sólo era una vaga idea. Sin em-
bargo, cuando llegamos aquí, aprendimos
lo que significa aferrarse a Él desespera-
damente. Quienes tienen un empleo fijo
cuentan con un ingreso y un futuro se-
guro; sin embargo, los misioneros no te-
nemos nada de eso: no hay garantizado
ningún ingreso o día de cobro, sino que
confiamos en que Dios proveerá y nos
mantendrá día a día.
Dios fue fiel durante estos veinte años.
Jamás pasamos hambre y cubrió todas
nuestras necesidades. Durante la crisis
económica muchas iglesias pidieron a sus
misioneros que regresaran a sus hogares;
pero, a pesar de los tiempos difíciles, ora-
mos como dice en Habacuc 3:18-19, y con-
tinuamos luchando, aprendiendo a confiar
y a temer únicamente en Dios. Gracias a
eso, hoy en día, prácticamente nada nos
perturba. Si sucede algo, sabemos mante-
ner la calma y esperar simplemente a que
Dios nos guíe.
Además, recordamos que cuando éra-
mos misioneros en el campo nos econtra-
mos con personas que nos engañaron o
decepcionaron; sin embargo, tuvimos en
cuenta el amor y el perdón que nosotros
también habíamos recibido de Dios, y nos
esforzábamos por perdonarlas y amarlas.
Ahora comprendemos que no es que no-
sotros hayamos sido fervientes a Dios, si-
no que fue Él quien nos dio el privilegio
de servirle como misioneros, porque nos
ama. Por eso, a pesar de que no seamos
merecedores y cometamos errores todo
el tiempo, podemos pedir por su miseri-
cordia y gracia, para así continuar con la
obra para la cual nos llamó. Cada día vivi-
mos cosas que jamás podríamos vivir en
nuestro país. Cada día es emocionante y
está lleno de aventuras, lo que hace que
ser un misionero sea muy divertido. Sólo
tenemos una vida para vivir, ¡y agradezco
y alabo a Dios por permitirnos vivirla de
manera tan maravillosa!
¡
Soli Deo gloria
!
Peticiones de oración:
1
3
4
2
Para que GP Brasil crezca
y sea una organización
modelo
en el hemisferio sur.
Que Brasil sea uno de
los principales países en
enviar misioneros.
Por la construcción de
dormitorios para poder
albergar a quienes
vienen a capacitarse.
Que Dios nos provea
de una iglesia que nos
acompañe, ore y colabore
con GP Brasil.