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I n t r o d u c c i ó n b í b l i c a
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La supremacía de Cris-
to (1:9-29)
A continuación, Pablo
señala que los herma-
nos de Colosas deben
pedir sabiduría e in-
teligencia que no vie-
nen de las enseñanzas
de los maestros gnós-
ticos, sino del conoci-
miento de Cristo. Jesús
es el único camino que nos lleva a Dios, ya que Él es Dios. Jesús creó
todas las cosas, y tiene la autoridad sobre ellas. Los tronos, los do-
minios, los principados, las potestades mencionadas en el versícu-
lo 16 hacen referencia a la jerarquía de los ángeles. Justamente, éste
era uno de los problemas de la Iglesia de los colosenses, junto con la
oración a los ángeles. Si Pablo menciona estas cosas aquí, no es para
hacer hincapié en la supremacía y establecer el orden jerárquico de
ellos, sino para dejar en claro que todas las cosas se encuentran bajo
la autoridad de Cristo. Existen potestades y poderes invisibles que
actúan en el mundo, sin embargo, Cristo los gobierna y tiene un po-
der mucho más grande que todos ellos. Solamente por medio de Je-
sús, podemos reconciliarnos con Dios y ser su consiervo. Por tanto,
lo que necesitamos para entrar en la presencia de Dios, es permane-
cer firme en la fe en Cristo.
La aflicción por la verdad (2:1-23)
Gnosis en griego, significa ‘conocimiento sobre algo misterioso’. Los
gnósticos creían que ciertas personas espirituales tenían la capacidad
para conocer el misterio oculto. Sostenían que existía ‘un misterio
mayor’ y se valían de la filosofía para imponer su autoridad y apa-
rentar ser maestros. Es fácil aparentar ser misterioso o sabio. Pero a
diferencia de ellos, Pablo fue hecho ministro para dar a conocer el
misterio de Dios a otros. Ese misterio es el Cristo que mora en ellos,
la esperanza de gloria (1:25-27). Pablo explica cómo interpretar es-
te misterio y les ruega no dejarse engañar. Los métodos complica-
dos de enseñanzas sobre cómo preservar la salud o los días festivos
de los gentiles carecen de importancia. Tampoco son relevantes la
idolatría a los ángeles o visiones misteriosas. Tan sólo debemos per-
manecer como miembros del cuerpo de Cristo.
Nueva vida (3:1-17)
Los hermanos de Colosas estaban buscando las cosas de la vida an-
tes de conocer a Cristo. Pero los que tienen vida en Jesús, no deben
Asia
Tiatira
Sardis
Samos
Filadelfia
Efeso
Laodicea
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Colosas
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Cos
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