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Iglesias que se fortalecen con Tiempo con Dios
de comprender el problema del corazón y sanarlo, necesitamos la intervención de
Dios, quien nos conoce mejor que nosotros mismos, para lograr una consulta per-
fecta. Para esto es necesario mostrarle nuestro interior y debemos tener un tiem-
po para ser sanados por Él. Y justamente, ese tiempo es el tiempo devocional”.
Además, sostiene que el TcDVV no es un aspecto de la vida de fe que comen-
zó como moda veinte o treinta años atrás; sino que es la base y explica: “Todas
las personas de fe meditaron a lo largo de la historia. Si es un fiel que vive con
fe debe tener su tiempo devocional sin falta. Lo mismo sucede con un líder: si
no lo hace es igual que un espíritu vacío. También es mejor que los nuevos in-
tegrantes tengan su tiempo devocional”. E insiste en que éste es el cimiento de
todo y que debe ser nuestra máxima prioridad, y que lo que un líder debe exi-
girle toda la vida a un fiel es que medite.
El pastor Kim explica y enfatiza: “El líder debe asistir al fiel activamente pa-
ra que éste pueda meditar profundamente. Hay quienes se enorgullecen muchí-
simo por tener el tiempo devocional todos los días, a pesar de que son pocos. Al
ser tan difícil llevarlos por este camino, hay muchos líderes que se sienten pre-
sionados por la madurez de los fieles; pero esto está mal, porque el devocional
es el arma del Espíritu Santo que nos da Dios. Estar llenos de la Palabra es te-
ner la llenura del Espíritu. Si el líder realmente desea que sus miembros estén
llenos del Espíritu, entonces deben ayudarlos a meditar. La vida llena del Espí-
ritu Santo es aquella que medita”.
La Iglesia Gumee ayuda a sus miembros con el tiempo devocional de diver-
sas maneras: realizan discipulados y allí les enseñan a meditar, y difunden ma-
neras de tener un tiempo devocional a largo plazo a través de la columna del
pastor “Haga su tiempo devocional así” que se publica en el devocionario “Li-
ving Life”. Además, el culto de la madrugada se basa en el pasaje del TcDVV
y publican los versículos del devocional de la semana en el boletín. También,
cuentan con una aplicación para teléfonos celulares donde postean el pasaje pa-
ra que sus miembros puedan tener su tiempo devocional donde quieran y cuan-
do quieran. La pasión de los fieles por meditar es tan grande como el esfuerzo
que hace la Iglesia para inculcar el tiempo devocional.
La hermana Cho Eun-mee, que finalizó el discipulado el año pasado asegu-
ra: “Cuando comencé a meditar, nació mi amor por Dios. Creo que fue porque
lo hacía pensando “con qué intención Él habrá dicho esto’”. Otra congregan-
te, Gu Moon-jung cuenta: “Asistí muchas veces a reuniones donde comparti-
mos la Palabra, pero participar en el tiempo devocional es especial, ya que allí
aprendemos, nos ayudamos, oramos
e intercedemos por los demás. Y al
relacionar la Palabra y la vida, hay
muchos aspectos que podemos apli-
car en nuestra vida”.
Grupo del discipulado de los martes. Al
concretar las diez semanas, se transforman y
comienzan a hacer el tiempo devocional.