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Una hermosa elección (5) del pastor Lee Dong Won
esfuerzo y sienten gozo cuando oran juntos al sonar las campanas de
noche. ¿Habrá algo más placentero que una familia pueda reunirse lue-
go de un largo día de trabajo para adorar a Dios?
Quita a los dioses
Josué ordena al pueblo de Israel: “[...] quitad de en medio de vosotros
los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres al otro lado del río y en
Egipto, y servid a Jehová” (v. 14). Aquí no debemos confundir “dioses”
con Dios, ya que podemos considerar a estos como un “valor competi-
tivo para reemplazar a Dios”.
Antiguamente, en Corea solían bordar la letra china que significa “ben-
dición” en las almohadas, colchas, etcétera. E incluso lo usaban como
nombre en una búsqueda desesperada de la felicidad. No obstante, se
la pedían a los dioses paganos y no a Dios, quien es la fuente de la mis-
ma. Es por eso que hay muchas personas que a pesar de creer en Jesús,
llevan adelante una vida de fe con la intención de obtener felicidad se-
cular, como el éxito, ganar mucho dinero, vivir muchos años y tener mu-
chos hijos. Esta clase de fe se denomina “la fe que ora por la bendición”.
Si alguien que cree en Dios le dice a sus hijos “En lo único que se pue-
de confiar es en el dinero”, les está diciendo que en realidad el dine-
ro es dios. Si le dice a su hija que está en el último año de la escuela
Para formar una familia bíblica necesitamos la determinación
de aceptar a Dios como el Amo de nuestras familias.
Debemos seguirlo y confiar completamente en Él.
La autenticidad de la fe es lo que define
cómo serviremos a nuestro objeto de la fe. Aquella fe imperceptible
debe hacerse notar por medio de una servidumbre que se vea.