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El libro y el Cordero (4:1-5:14)
Luego de las iglesias terrenales que se encuentran en Asia Menor,
aparece la iglesia celestial. Teniendo como centro el trono celes-
tial, se encuentran veinticuatro tronos a su alrededor. Allí se en-
cuentran sentados los ancianos, cerca de los cuatro seres vivientes
llenos de ojos delante y detrás. Son similares a las bestias que apa-
recen en Ezequiel (Ez. 1:6, 10). Todos ellos adoran a Dios que vive
por la eternidad.
En la mano derecha del que está sentado en el trono, hay un libro.
Pero nadie es digno de abrirlo, por lo que Juan llora con tristeza.
Este libro contiene el destino de la humanidad, así que si nadie lo
puede abrir, tampoco se cumpliría el propósito de Dios. ¿Quién es
digno de abrir el libro? Es entonces, que el Cordero que fue muer-
to antes de tiempo, lo recibe. Antes de desatar sus sellos, recibe la
adoración y la alabanza de los veinticuatro ancianos y los cuatro se-
res vivientes. Depende del Cordero, que se cumpla el propósito de
Dios para con toda la humanidad. Y Él cargó con la muerte con go-
zo, por todos nosotros.
Iglesias
Elogios
Reprensiones
Desafío
Efeso (2:1-7)
Has sufrido, has tenido
paciencia, y has trabajado
arduamente
Has dejado el primer amor
Debe volver al primer amor
Esmirna (2:8-
11)
Te encuentras en tribulación y
en pobreza pero tú eres rico en
lo espiritual
No tiene
Serán probados con diez días
de tribulación, pero si son fieles
hasta la muerte, recibirán la
corona de vida
Pérgamo
(2:12-17)
Antipas fue muerto entre
vosotros, y aun así, no has
negado mi fe
Hay algunos que retienen la
doctrina de Balaam y la de los
nicolaítas
Si no se arrepienten pronto, serán
juzgados por el Señor
Tiatira (2:18-
29)
Sirven con mucho amor, fe y
paciencia
Reciben la enseñanza de Jezabel
que dice ser profetisa; cometen
fornicación y comen cosas
sacrificadas a los ídolos.
Recordar las enseñanzas
anteriores. El que venciere, tendrá
autoridad sobre las naciones
Sardis (3:1-6)
No tiene
Tiene nombre de que vive, pero
está muerto. No hace nada
íntegro delante de Dios.
Afirmar las cosas que están para
morir. El Señor vendrá como
ladrón
Filadelfia
(3:7-13)
Has guardado la palabra de
mi paciencia con las pocas
fuerzas que tienes, y no has
apostatado
No tiene
El Señor vendrá pronto; que
retenga lo que tiene para que
nadie tome su corona
Laodicea
(3:14-22)
No tiene
Es tibio en lo espiritual
Comprar oro para que sea rico;
comprar vestiduras blancas
para cubrir la vergüenza de su
desnudez; ungir sus ojos con
colirio, para que vea