Página 11 - TCD_SEPT2014-AVANCES

Versión de HTML Básico

15
para Dios es impuro, quítelo inmediatamente de su vida. Es la única manera
para poder vivir. Si no lo elimina de su vida algún día perderá el honor, la ri-
queza material, la alegría y las relaciones que goza actualmente.
El Apóstol Juan dijo “Todo aquel que permanece en él, no peca” (v. 6) porque
“todo aquel que es nacido de Dios no practica el pecado” (v. 9). Esto quiere
decir que los hijos de Dios no pecan. Entonces ¿no pecan porque son hijos de
Dios? Sus hijos, mientras vivan en cuerpo, tienen la posibilidad de cometer
pecados. Sin embargo, los hijos de Dios “poseen la simiente de Dios en ellos”
(v. 9). La naturaleza sagrada de Dios que está en nosotros busca no pecar. Por
eso surge el conflicto. Porque el deseo de la carne y la del Espíritu se oponen
(Gálatas 5:17). La santidad es un conjunto de elecciones correctas. Una vida
sagrada es la suma de una, dos, tres y más decisiones apropiadas. Entonces
cuando la naturaleza de Dios en nosotros nos dice que optemos por el buen
camino, debemos seguirlo.
Lo principal de todo esto es el amor: “[...] todo aquel que no ama a su hermano,
no es de Dios. Éste es el mensaje que habéis oído desde el principio: que nos
amemos unos a otros” (vv. 10-11). Una vida pura como hijos de Dios es aque-
lla que ama a su hermano. Ame a los demás. Viva venciendo el pecado con el
poder del Espíritu y la visión de que vivirá una vida sagrada a los ojos de Dios.
Autor/ Ha Yong-jo
Fotografías/ Equipo fotográfico de Duranno y Shutterstock
Debemos tener el sueño y la visión de vivir venciendo las tentaciones mundanas de
Satanás. La santidad es un conjunto de elecciones correctas.
Una vida sagrada es la suma de una, dos, tres y más decisiones apropiadas.
Entonces cuando la naturaleza de Dios en nosotros nos dice que optemos por el buen
camino, debemos seguirlo.