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Las bestias (capítulo 13)
Este capítulo menciona dos bestias: la bestia que surge del mar (vv. 1–10) y
la bestia que sube de la tierra (vv. 11–18). Ambas, junto con el dragón del
capítulo 12, forman la “trinidad malvada”. Sabemos que el dragón es Satanás.
Desde una perspectiva histórica, la bestia del mar se entiende que representa al
Imperio Romano, y la bestia de la tierra representa a los judíos apóstatas que
sirvieron a Roma.
Las primicias y la cosecha (capítulo 14)
Los ciento cuarenta y cuatro mil en este capítulo hacen referencia a los ciento
cuarenta y cuatro mil que se describen en el capítulo 7. Son los que “fueron
rescatados como los primeros frutos de la humanidad para Dios y el Cordero”
(v. 4). La cosecha en los versículos 14–20 no se trata de una de bendición, sino de
una cosecha de la ira de Dios.
Las siete plagas finales (capítulos 15–16)
Estas son las últimas plagas, “pues con ellas se consumará la ira de Dios” (15:1).
Estas plagas, que representan el juicio de Dios sobre la humanidad incrédula, son
derramadas sobre la tierra por los ángeles, sus representantes, en el capítulo 16.
Babilonia y su destino (capítulos 17–19)
La prostituta que describe Juan en el capítulo 17 representa a la “gran ciudad que
tiene poder de gobernar sobre los reyes de la tierra”—es decir, Roma, que también
se llama Babilonia. El capítulo 18 proclama la destrucción de Babilonia, como
resultado del juicio de Dios.
El milenio y el juicio (capítulo 20)
El milenio se refiere al período en el que Jesucristo establece Su reinado en la tierra
por mil años, durante el cual los santos gobernarán con Él, y Satanás quedará
atado. Después de ese tiempo, vendrá el juicio final. Desaparecerán el antiguo
cielo y la tierra, y serán arrojados al lago de fuego todos aquellos cuyos nombres no
estén escritos en el libro de la vida.
La Nueva Jerusalén (capítulos 21–22)
La Ciudad Santa, la Nueva Jerusalén, bajará del Cielo. Dios vivirá con Sus hijos y
disfrutaremos de la presencia de Dios para siempre.
Conclusión
El Apocalipsis es un libro de gran esperanza para los cristianos. También es un libro de
advertencia para aquellos que desprecian a Dios. El futuro no podría ser más claro: Dios
juzgará toda lamaldad, y Él redimirá y recompensará a los que sean Suyos.
Escrito por
Deolito Vender Vistar, Jr.
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