Página 8 - AVANCESTcD_ABR_2015

Versión de HTML Básico

12
Una hermosa elección (4) del pastor Lee Dong Won
Sólo es posible en el Señor
Pablo nos dice: “Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Re-
gocijaos!” (Filipenses 4:4). ¿Por qué será que repite “en el Señor”? Es-
to también puede ser interpretado de dos modos. Primero, porque sólo
Cristo es el ejemplo perfecto de quien vivió una vida de perdón y re-
gocijo. Él oró por quienes lo crucificaron, diciendo: “Padre, perdóna-
los, porque no saben lo que hacen” (Lucas 23:34). Por lo tanto, ¿no es
obvio que como discípulos suyos que seguimos Sus pasos, debamos vi-
vir perdonando?
El otro motivo es porque es imposible perdonar con nuestra propia fuer-
za. Sólo es posible si Jesús, quien puso en práctica el perdón, está en
nosotros. Esto se debe a que Él nos da el valor para poder perdonar. Él
nos ayuda para que podamos perdonar a quienes no podemos. Por eso
debemos permanecer siempre en Jesús. ¿Desea vivir una vida que per-
dona y se regocija de verdad? Entonces, aprenda a vivir en el Señor.
Reciba Su ayuda relacionándose día a día con Él.
Reciba a Jesús, quien resucitó
Un misionero extranjero me preguntó una vez: “¿Por qué los
coreanos conversan alegremente fuera de la iglesia, y cuando entran
en ella se les transforma el rostro por completo?”. Sin saber qué
decirle, respondí: “¿Será que llegan y meditan sobre la muerte
de Jesús en la cruz?”. Entonces, me dijo: “¿Acaso olvidaron que
resucitó?”.
Reconocer a Jesús como nuestro “Señor” no es admitir sólo que murió
por nuestros pecados, sino que también es reconocer que resucitó por
una nueva vida para nosotros. Es así que en Romanos 10:9 dice: “Si
confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que
Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo”.
Unos de los misterios más maravillosos del cristianismo es la verdad de
que si creemos en Jesús, Él quien es Espíritu permanece en nosotros. Co-
mo dice en Filipenses 2:13: “porque Dios es el que en vosotros produce
así el querer como el hacer, por su buena voluntad”. Quien vive en no-
Jesús resucitó para darnos una nueva vida,
y ahora se nos acerca con Su Espíritu.
Por lo tanto, si aceptamos al Jesús viviente
como el dueño de nuestras vidas,
podremos vivir una nueva vida llena de alegría bajo Su guía.