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Esa misma noche medité sobre 2
Corintios 12:9-10:
Y me ha dicho: Básta-
te mi gracia, porque mi poder se perfeccio-
na en la debilidad... Por lo cual, por amor a
Cristo me gozo en las debilidades, en afren-
tas, en necesidades, en persecuciones, en an-
gustias; porque cuando soy débil, entonces
soy fuerte
”.
Tras compartir este pasaje con mi
esposa, volví a predicar sobre una vi-
da que comparte. Sorprendentemen-
te, dos de las personas se ofrecieron
como voluntarios sin aceptar el salario
que les correspondía. A una de ellas le
llevaba tres horas ir y venir; pero, ser-
vía con más esmero y pasión que cual-
quier otra.
Así logramos formar un equipo pa-
ra el ministerio. Alabamos al Señor que
nos fortalece cuando estamos débiles,
esperando el siguiente paso de Él.
Por la estabilidad del país y su paz;
para que pueda librarse del peligro
de los terroristas y los secuestros.
Por su familia; especialmente por
salud, seguridad y valentía para su
hijo.
Para que se revitalice el ministerio
del centro y se cubran los colabo-
radores y las necesidades.
Para que a través del progreso
idiomático se puedan realizar más
obras todavía.
Para que con el orden público se
elimine la lista de países que tie-
nen prohibido el ingreso, permitien-
do así que muchos más misioneros
trabajen en ese lugar.
Los yemeníes ignoran el Evange-
lio por temor a la doctrina islámica. A
pesar de que la Biblia se ha difundi-
do bastante, no la leen porque pueden
ser encarcelados. Durante los últimos
diez años muchos misioneros fueron
asesinados y secuestrados, y luego de
la “Primavera árabe” muchos aban-
donaron el país. Ora para que sus co-
razones destruidos, por el terrorismo
y la inestabilidad, sean llenos con la
misericordia del Señor. Pide para que
se estabilice la República y también
por el 95% de los adultos masculinos
que mastican khat (droga provenien-
te de un arbusto), pues esta tradición
de más de trescientos años debe ter-
minar.
Yemen, el país del café, es econó-
micamente pobre; pero, cuenta con una
abundante historia. Se encuentra al su-
doeste de la península arábiga. Tiene una
población aproximada de 25 millones de
habitantes, y su idioma oficial es el ára-
be. Aunque estuvo dividido en Yemen del
Norte y del Sur, se unificó en 1990, y luego
de la guerra civil de 1994, se formó la Re-
pública. Más del 90% de la población es
musulmán y muy poco pertenece al Cris-
tianismo, Hinduismo y Judaísmo. Actual-
mente, tras la “Primavera árabe” de 2010,
el país atraviesa por muchas dificultades
por los conflictos políticos y los enfrenta-
mientos entre las tribus, el desafío de Al
Qaeda hacia el gobierno, los movimientos
del ala comunista para dividir al país, y
los enfrentamientos de shiítas, entre otros.
Información sobre el país
Temas de oración del
misionero David Kim
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