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I n t r o d u c c i ó n b í b l i c a
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Lamentaciones
Hay esperanzas aunenmediode laaflicción
DiosdesechóaJerusalén, a laciudadescogidaparadaraconocerSunombre.Pese
a las múltiples advertencias, ellos habían desobedecido a Dios, y no se habían
arrepentidodesumaldad.ElpecadodelpueblodeJudátrajopreparadalavergüenza
yeldolor. Laaflicciónquesobrevinoaestepuebloestangrandequenopuedencesar
dederramar lágrimasde lamento. Sinembargo, lamisericordiay la fidelidaddeDios
son infinitas. Porque Él cuidará a este pueblo, que ha sido abandonado como las
viudasy loshuérfanos; y los restauraráunavezmás. HayesperanzaporqueDioses
Juez, peroal mismo tiempoesMisericordioso.
Introducción bíblica de Jeremías
¿Fue escrito por Jeremías?
Jeremías ya había escrito unas lamentaciones en memoria del rey
Josías (2 Cr. 35:25), por lo que conocía muy bien este género litera-
rio. Se cree que incluyó en estas lamentaciones su experiencia de
cuando fue encerrado en un pozo por profetizar la caída de Jerusa-
lén (Lm. 3:53-63). Por otro lado, es también posible que Jeremías no
sea el autor de Lamentaciones. Él había profetizado delante del rey
Sedequías que no debía confiar en Egipto y entregarse a Babilonia
(Jer. 38:17-19), sin embargo, en Lamentaciones 4:17 habla de ‘nues-
tro socorro’, por lo que es posible que el autor también haya confia-
do en Egipto. Además, Jeremías consideraba al rey Sedequías como
los higos malos (Jer. 24:8-10), pero Lamentaciones lo considera co-
mo un líder escogido y ungido por Jehová (Lm. 4:20).
Pasaje central
1:1-22
2:1-22
3:1-66
4:1-22
5:1-22
Síntesis
Una ciudad
abandonada
El juicio de Dios
La esperanza viva
Jerusalén es
sitiada
Oración por la
restauración
Autor
El libro no menciona explícitamente a su autor, pero según la tradición, es Jeremías.
Año en que fue
escrito
Inmediatamente después de la caída de Jerusalén (586 a.C)
Propósito
Lamentaciones es un cántico de tristeza. Describe con mucho dolor de corazón la caída de Jerusalén y su
destrucción. Si bien esto había sido advertido por Dios, la realidad es tan cruel que no saben qué hacer. Pero
lo más doloroso es sentirse abandonado por Dios. Porque el Señor se puso del lado de sus enemigos, y dejó
que estos pisotearan a Jerusalén.
Pero lo más sorprendente es que hay esperanza en medio de esta adversidad (3:21-41). Dios muestra Su
misericordia incluso en medio de la tribulación; y es por ello que podemos albergar esperanzas aun en medio
de la desesperación. Dios purifica a Su pueblo por medio de un proceso llamado castigo; y ciertamente los
restaurará junto con Jerusalén. La esperanza se mantiene viva en medio de la destrucción y la desolación.
Categorización
Lamentaciones, un libro profético