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Introducción bíblica
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¡Cómonos haamadoJesús!
¡Lázaro resucitó! Conforme sehaextendido la famade Jesús, tambiénha
crecidoel númerodepersonasquebuscanmatarlo. Los líderes judíos ven
enJesúsunaverdaderaamenazaa suautoridad. Jesúsnodudaendebatir
conellos y revelarsecomoel ‘Mesías’. Amedidaquevanpasando losdías,
se acerca más sumuerte. Pero aún así, el Señor siempre escoge amar, y
ama a los suyos ‘hasta el final’.
Juan (2)
El debate con los fariseos (7:53-8:59)
En el evangelio de Juan vemos a Jesús criticar a los fariseos sin piedad.
Con palabras severas y desafiantes, ataca con frecuencia a los religiosos,
quienes están dispuestos a guardar las tradiciones a cualquier costo. En
los demás libros del Evangelio, el enfrentamiento es descrito casi al final,
mientras que en Juan, aparece desde sus inicios.
La mujer sorprendida en adulterio (7:53-8:11)
En medio de un acalorado debate entre Jesús y los fariseos, aparece una
mujer. Su historia aumenta la tensión del momento. Ella fue sorprendi-
da en el acto mismo de adulterio. En lugar de apedrear inmediatamente
a la mujer hasta la muerte, como lo manda la Ley (Dt. 22:22-24), los fari-
seos y los escribas la traen a Jesús para tentarle. Esperaban que el Señor,
presionado por los testigos, tramara algún plan para salvarla; y entonces,
lo acusarían por haber incumplido la Ley. Pero como siempre, Jesús ac-
túa de una manera que supera las expectativas. Él condena el ‘pecado’
de la mujer, pero no a ella. Encomienda a los que no tienen pecado algu-
no, el derecho de ejercer el castigo sobre la mujer; y luego, se inclina ha-
cia el suelo y sigue escribiendo en la tierra. Llama la atención que ‘desde
los más viejos hasta los más jóvenes’, hayan dejado la piedra y se hayan
ido. Quizás porque los más viejos tienen más pecados que los jóvenes; o
porque a diferencia de los jóvenes, que son más impulsivos, los de mayor
edad tienen la capacidad de examinar mejor su vida. En Jesús sobresa-
le el perdón y la gracia.