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Fotografías: Equipo de fotografías de Duranno, shutterstock
Pastor Lee Dong-won
 Es el pastor emérito de la iglesia Global Mission Church de Corea,
y se dedica a restaurar a los pueblos y a transformar el mundo desde su puesto como líder de Global
Ministry Network y director de KOSTA. Además escribió gran cantidad de libros como “El primer
Evangelio que debemos volver a escuchar” y “El GPS de mi alma”, entre otros.
por completo a la salvación del prójimo, abandonando su orgullo y to-
do su ser.
El predicador estadounidense Phillip Brooks tenía un amigo ateo llama-
do Robert Ingersoll. Brooks era muy organizado y vivía siguiendo una
planificación detallada, pero con tal de predicarle a Robert cambiaba
de planes mil veces. Cuando la gente le preguntaba si eso era necesa-
rio, él les respondía: “Si realmente amo a mi amigo y quiero guiarlo al
Cielo, entonces debo seguir su agenda, ¿no cree?”. Durante sus últimos
días de vida, mientras estaba internado
en el hospital, Brooks rechazaba todas
las visitas para poder conservar la tran-
quilidad. Sin embargo, la única excep-
ción eran las visitas de Robert. Cuando
éste le preguntó el motivo, Phillip son-
rió y le explicó: “Al resto volveré a ver
en el Cielo, pero contigo no tengo esa
seguridad, ¿o sí?”.
¿Acaso no es esta la verdadera servi-
dumbre para salvar un alma? Al sier-
vo no le pertenece ni su propio tiempo
ni sus bienes ni su cuerpo. Es deber del
siervo utilizar todo aquello en obras que
alegren a Dios. Sabiendo esto, ¿elegirá
la vida que sólo busca su propio benefi-
cio, al igual que la gente de este mundo,
o escogerá la vida del siervo, abando-
nando su ser para salvar al prójimo?
El motivo por el que debemos hacernos siervos y servir
es para salvar las almas de nuestros prójimos.
Si amamos a Dios de verdad como lo hizo Pablo,
y sabemos cuánto ama Dios al hombre,
podremos acercarnos al prójimo,
dejando de lado nuestros pensamientos y manera de hacer las cosas.
Incluso podremos abandonar nuestro orgullo
y todo nuestro ser.