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La oración de Jesús (cap. 17)
La oración de Jesús se divide en tres partes que son las siguientes. En pri-
mer lugar, Jesús ora por las cosas que hará en un futuro cercano (vv. 1-5).
Pide volver al lugar de gloria, y ser glorificado como antes. En segundo
lugar, intercede por Sus discípulos (vv. 6-19). Ora para que sean guarda-
dos del mundo y del mal. En tercer lugar, ora por todos los discípulos del
futuro (vv. 20-26). Que sean uno entre los discípulos y con Dios. Por me-
dio de la unidad, el mundo podrá ver en ellos el amor de Dios y la pre-
sencia de Cristo.
El arresto y el interrogatorio (cap. 18)
Jesús y Sus discípulos van al huerto, del otro lado del torrente de Cedrón.
Judas Iscariote sale a su encuentro con soldados, quienes arrestan al Se-
ñor. A diferencia de los evangelios sinópticos que menciona la traición de
Judas una vez que se encuentran en Jerusalén, el evangelio de Juan lo ha-
ce desde mucho antes. Judas tomaba parte de las ofrendas para sí (12:6),
Jesús lo llamó diablo y sabía que lo iba a traicionar (6:70-71).
Luego de ser arrestado, Jesús es interrogado por Anás, el suegro de Cai-
fás, el sumo sacerdote. El interrogatorio es una escena no descrita por los
demás evangelios, y es relatado en forma intercalada con la negación de
Pedro. Anás había sido sumo sacerdote, pero destituido de su cargo por
corrupción, entre otros motivos; sin embargo, los judíos seguían conside-
rándolo como sumo sacerdote. Luego de ser interrogado por Anás y lue-
go por Caifás, es llevado al pretorio, delante de Pilato en la madrugada.
Los religiosos, quienes no querían ser contaminados al tener contacto
con los gentiles, permanecen fuera del pretorio, y desde allí piden a Pila-
to, un ciudadano romano, que mate a Jesús. Pilato desea liberar a Jesús,
pero presionado por la multitud, declara su sentencia de muerte. Su pre-
gunta: “¿qué es la verdad?” fue hecha en son de burla, y sin duda, a él le
faltaba valor para actuar conforme a sus convicciones.
La crucifixión y la sepultura (cap. 19)
Las escenas de la crucifixión de Jesús no difieren mucho de los evangelios
sinópticos. Lo único que aparece sólo en Juan, es que uno de los soldados
le abrió el costado a Jesús con la lanza, y al instante salió sangre y agua.
Parte 1
Glorifica a tu Hijo
17:1-5
Parte 2
Santifícalos en tu verdad
17:6-19
Parte 3
Para que sean uno
17:20-26